Alfredo Martínez de Aguilar
El secular ultraje y corrupción de los que ha sido víctima el pueblo mexicano encontró en la ironía de la burla un genial mecanismo de autodefensa para hacer mofa de sus victimarios.
Permítasenos acudir en esta entrega a este recurso emocional, refugio del ingenio popular, para ridiculizar la Comisión de la Verdad llamándole desde ahora Comisión de la Venganza.
Porque no podemos más que pitorrearnos desde ya del ridículo que harán los integrantes de dicho instrumento de la Sección XXII de la mafia CNTE-EPR para seguir haciendo negocios.
¿O cómo llamar, si no negocio, al depósito de 10 millones de pesos de las y los oaxaqueños, que no del gobierno aliancista de Gabino Cué, en conocida institución bancaria de esta capital?
Claro, seguramente que los aludidos pondrán el grito en el cielo y se rasgarán las vestiduras para intentar justificar lo injustificable, que ese dinero es para realizar sus investigaciones.
Se necesita ser muy ingenuo o lo que es lo mismo que tarugo o llanamente en castellano, pendejo, para creer que realmente la Comisión en cuestión buscará la Verdad del conflicto de 2006.
¿Usted cree, querido lector y lectora, que muerto recientemente Lino Celaya Luría, ex secretario de Protección Ciudadana, vinculado a las llamadas “caravanas de la muerte” podrán interrogarle?
¿O que Jorge Franco Vargas, ex secretario de Gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, en un acto histórico de arrepentimiento revelará los intríngulis del origen, desarrollo y desenlace del conflicto 2006?
¿Usted cree que Flavio Sosa Villavicencio, hoy dirigente de ComunaOaxaca, revelará que la creación de la APPO fue obra de la venganza de José Nelson Murat Casab contra Ulises Ruiz?
Sería positivo que “el tirano” y Franco revelaran que dejar de pagar 400 millones de pesos anuales a los dirigentes de organizaciones de izquierda, como lo hizo Murat, facilitó la creación de la APPO.
Este último fue el detonante de la sed de venganza de Murat, así como de los ex gobernadores Pedro Vásquez Colmenares, Heladio Ramírez López y Diódoro Carrasco desplazados por Ulises.
José Nelson Murat Casab jamás perdonó a Ulises su traición al no hacer senadores a Irma Piñeyro y Juan Díaz Pimentel, y diputados federales a Froylán Cruz Toledo y a Aurora López Acevedo.
Según el comunicado oficial, la Comisión de la Verdad “se da a conocer en un contexto nacional caracterizado por una profunda crisis humanitaria, con el objetivo de investigar los hechos que motivaron las violaciones a los derechos humanos del pueblo de Oaxaca en los años 2006 y 2007, además de indagar a fondo las condiciones políticas, administrativas y jurisdiccionales de las distintas instituciones del Estado que contribuyeron, con su actuación u omisión, a la comisión de violaciones y delitos”.
¡Por favor! Que los bienintencionados integrantes de la Comisión de la Venganza no pretendan jugarnos el dedo en la boca a las y los oaxaqueños porque no somos idiotas como ellos piensan.
¡Qué lástima que ciudadanos honorables se presten a una perversa maniobra político-electoral con miras a las elecciones federales de 2015 y a la gobernación en 2016 para echarle caca al PRI en Oaxaca!
Todo parece indicar que sonó en Oaxaca la negra hora de la venganza, pero a pesar de su división y enfrentamiento interno el PRI no está manco y quizás esta sea la razón de la rebelión de su fracción parlamentaria en el Congreso del Estado.
alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com
@efektoaguila
