En Contexto
La opinión de Rodolfo Romero Nájera
Cómo explicarlo sin sonar xenófobo, la nueva política mexicana busca apoyar a los migrantes, lo cual no suena nada mal por la política que el gobierno mexicano ha practicado por años en beneficio de los derechos humanos de los migrantes.
El problema viene cuando las nuevas políticas del actual gobierno está empeñada en despedir a cientos, por no decir miles de trabajadores de la burocracia federal, madres soleteras, padres y madres de familia fueron despedidos de un día para otros en todas las delegaciones federales en el país.
Ya se han manifestado en diversas partes de nuestro México, exigiendo o bien la reinstalación a sus trabajos o una indemnización justa y conforme a derecho. Pero nada ha sucedido, debemos decir que los ex trabajadores federados mexicanos se encuentran en un absoluto estado de indefensión.
En tanto que los migrantes centroamericanos, de quienes no tenemos nada en contra porque también luchan por una vida mejor, tendrán del gobierno mexicano incluso beneficios como los famosos “ninis”, es decir obtendrán dinero del gobierno mexicano para vivir mejor.
Cabe mencionar que precisamente esa política de puertas abiertas a la migración sureña fue la que dio al traste con la relación entre México y Estados Unidos, debido al profundo odio que el actual presidente estadounidense tiene por todo lo que huela a México y Centroamérica.
Aunque no se diga abiertamente, Donald Trump hizo recular la política migrante del presidente López Obrador mediante la amenaza de los ya famosos aranceles, que sin duda es el nuevo talón de Aquiles del gobierno mexicano y que ni tardos ni perezosos, nuestros brillantes políticos tuvieron que ir a Estados Unidos para dar su bracito a torcer aceptando todo lo que se le ocurra al odiado presidente gringo.
A pesar de los miles de defensores de la política de Andrés Manuel, los primeros resultados están a la vista, un desempleo galopante que se irá incrementado conforme pasen los meses, un mayor número de trabajadores se irán a la calle y si a eso sumamos que ya también le echaron el ojo a los sindicatos, la situación puede volverse incontrolable.
Si el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en seguir corriendo a burócratas de sus trabajos y apoyar a los migrantes, los mexicanos estamos destinados a ser las víctimas de decisiones equivocadas de nuestros gobernantes.
El lema de AMLO es bueno, Primero los Pobres, el problema es, y luego quiénes, la clase media, los obreros, la clase alta, porque en este caminar solo va a hacer un cambio de lugar, la clase media a la pobreza y los pobres a la clase media, al tiempo.
