La depuración en el último año y medio ha avanzado menos de 1%; por lo menos 1 de cada 10 jefes de corporaciones policiales locales tampoco es confiable.
La depuración de las corporaciones de policía en el país para que en sus filas solo haya agentes evaluados y certificados en control de confianza es una obligación legal desde el 2008, sin embargo, a nueve años de distancia, el proceso no ha culminado y de hecho está prácticamente estancado.
Hoy más de 30 mil policías continúan en las calles pese a estar reprobados, y otros 5 mil no están ni evaluados.
Datos oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública arrojan que, hasta el noviembre del año pasado, prácticamente 1 de cada 10 policías locales en el país (ministeriales, estatales y municipales) no cumple con el perfil legal para ser policía y, sin embargo, continua en activo en su corporación y sin ser removido del cargo.
De acuerdo con los datos, facilitados a Animal Político por la organización Causa en Común, en México hay un total de 335 mil 902 agentes policiales locales en activo. De ellos 30 mil 655 reprobaron el proceso de control de confianza que incluye exámenes con detectores de mentiras, toxicológicos, de habilidades, psicológicos, entre otros.
El artículo 39 de la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública indica que todo agente de policía debe estar certificado en control de confianza, por lo que los elementos que no lo estén ya no deberían estar contratados.
El avance en la depuración en el último año y medio es prácticamente inexistente. En abril de 2016 los datos indicaban que el número de policías en activo reprobados en control de confianza era de 30 mil 922. Para noviembre de 2017 la cifra es de 30 mil 655 elementos. Es decir, en 18 meses apenas se avanzó un 0.87 por ciento.
El problema no se limita únicamente a los policías en activo que reprobaron los exámenes y no han sido despedidos.
La estadística revela que hay cinco mil 443 policías en activo (el dos por ciento del universo total de agentes) que ni siquiera han sido sometidos a alguna evaluación. A estos se suman otros 7 mil que ya fueron evaluados pero no han recibido sus resultados.
Peor aún es que hay casi 40 mil agentes que aprobaron en su momento el proceso de control de confianza, pero cuyas evaluaciones fueron hace más de dos años y por lo tanto, de acuerdo con la ley, su certificación esta caduca y tienen que ser examinados nuevamente.
¿Qué significa lo anterior? Que en realidad solo el 75 por ciento de los 335 mil 902 policías locales en activos actualmente aprobó los exámenes y tiene vigente su certificado que lo acredita como un policía confiable. O lo que es lo mismo: 1 de cada 4 agentes en México es policía sin cumplir con los requisitos mínimos que marca la ley para serlo.
Los jefes, un foco rojo
Los datos del Sistema Nacional de Seguridad pública arrojan que, de los poco más de 30 mil policías en activo reprobados y que por tanto no son confiables, hay mil 375 que ocupan una posición de mando de alguna corporación policial.
Si se toma en cuenta que la cifra total de mandos policiales locales es de 11 mil 750, lo anterior significa que el 11.7 por ciento de los jefes de las corporaciones de seguridad en el país ni siquiera debería de ser un policía, o lo que es lo mismo, por lo menos 1 de cada 10 mandos policiales.
Del total de los mandos que no son confiables y ya deberían haber sido despedidos, hay 237 adscritos a una secretaría de Seguridad Pública Estatal, 332 adscritos a alguna fiscalía o procuraduría, 637 corresponden a corporaciones municipales, y 169 están en los distintos sistemas penitenciarios. (Animal Político)