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Así es Melisa, primer transexual en Oaxaca

Hace un año Melisa enterró su vieja identidad. Su acta de nacimiento la reconoce como mujer y su título profesional como abogada. Fue la primera transexual de Oaxaca en lograrlo.

A un año de haber presentado una iniciativa de reforma ante el Congreso local para poder realizar este procedimiento en Oaxaca, el planteamiento aún está en la congeladora.

En la Ciudad de México, desde 2014 los códigos Civil y de Procedimientos Civiles, ratifican las actas de nacimiento y avalan el derecho de toda persona al reconocimiento de su identidad de género, a través de un procedimiento administrativo ante el Registro Civil.

Para Melisa Mijangos Boijseauneau, haber logrado ser reconocida como mujer -a través de aquella ruta- además del logro que representa para la lucha de la comunidad Lésbico Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI), fue una liberación personal. Hoy su nombre como varón quedó enterrado.

En julio del 2015 la asociación civil “Conquistando Corazones” entonces encabezada por Melisa presentó ante la 62 legislatura una iniciativa al Código Civil para el reconocimiento oficial a la identidad de género de las personas trans. La iniciativa en Oaxaca no ha sido discutida.

Aquél cambio en su acta de nacimiento y que se refleja también en su credencial de elector, “fue un gran logro. Era un sueño. Soy el ejemplo de que todo lo que soñamos, siempre que nos esmeremos lo podemos lograr”, señala.

Antes de ello -recuerda- su personalidad jurídica como varón le generaba aprietos. “Para mí causaba un gran conflicto. Cuando iba a una diligencia o iba a ver a algún detenido a la penitenciaría, se mofaban o me decían ´¿licenciada? pero tienes nombre de hombre´, entonces creo que eso quieras o no me afectaba demasiado. El día de hoy tengo esa satisfacción de que yo ya lo logré”.

Melisa señala que insistirá en que la iniciativa presentada ante el Congreso Local, llegue a aprobarse en la entidad.

Melissa, la abogada

La presencia de la gran figura femenina de Melissa – mujer que con un gran esfuerzo ha enterrado su físico masculino- se ha convertido en algo normal en los juzgados civiles y penales; en medio de una serie de miradas de rechazo, ella camina con entereza, pues cuenta con un título profesional que la convierte en la primera abogada transgénero reconocida legalmente.

A diferencia de varias de sus amigas y amigos pertenecientes a agrupaciones lésbico gay y de la diversidad sexual, Melissa Mijangos Boijseauneau decidió romper los paradigmas profesionales y no limitar su destino laboral a los oficios comunes para el resto de las personas transgéneros o transexuales.

Melissa siempre sintió estar atrapada en un cuerpo ajeno y desde la infancia deseó ser mujer; cursó sus estudios profesionales en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) como Arturo, eso implicó vestir siempre como hombre.

Cejas depiladas y un estilo de hablar y actuar más femenino fueron avanzando en descubierto en el transcurso de su paso por la universidad, ello trajo de la mano la discriminación, burlas y humillaciones de compañeros y empleados de la máxima casa de estudios de Oaxaca.

Ahora, Melissa ejerce con libertad su profesión desde los juzgados civiles y penales de Oaxaca; rinde talleres de sensibilización hacia la comunidad de la diversidad sexual y se presenta ante autoridades estatales de los diferentes ámbitos con la certeza que un documento respalda su identidad.

“Tenemos la capacidad de desempeñarnos en cualquier función como cualquier otra personas”, recalcó la abogada, quien en un inicio intentó estudiar diseño de modas en Guadalajara y que ahora desea realizar una maestría fuera de la entidad.

Prisionera 25 años

Mientras que todos le llamaban por su nombre, Arturo, ella sólo quería ser Melissa. Desde la adolescencia la mujer que supera hoy los 30 años de edad deseó con ansias algún día salir del cuerpo en que vivía, pues no se consideraba hombre, confiesa mientras acaricia su larga cabellera lacia, la que a veces es rizada o más corta.

Ella se mira en el reflejo de un cristal; sus ojos coquetos delatan que lo que ve en el cristal la encanta; así, con la habilidad de arreglarse mientras conversa, Melissa recuerda que desde niña supo que nació en un cuerpo equivocado.

Algo dentro de mi me decía que nací en un cuerpo equivocado; no me siento a gusto, me repetía

detalla la mujer, la primera en Oaxaca en haber cambiado su nombre y para lo cual tuvo que acudir a la ciudad de México.

Melissa luce como una mujer e incluso dice que ha experimentado lo que sienten las mujeres con sus cambios de humor; el motivo son las hormonas que toma para mantener la apariencia que le ha costado varios años.

La difícil transformación

“¿Qué soy, qué eres? uno se pregunta en cuando empiezas a tomar medicinas para ser mujer, porque tu aspecto ya no parece el de hombre, pero tampoco eres mujer; esa es la parte difícil y la parte emocional más complicada, en la que debes tener ayuda profesional forzosamente”, confiesa la mujer de 1.83 metros.

En Melissa resalta la cirugía de busto; reconoce que se ha realizado varias intervenciones en el rostro y cuerpo, por lo que ya se considera anatómicamente como toda una mujer.

Bien rreglada y con implecable maquillaje, la mujer dice que ha invertido más de medio millón de pesos en su transformación.

“Recuerdo mucho algo que me dijo mi sexologo: Melissa, debes sentirte ogullosa porque vas a vivir tu vida como lo que realmente eres…y ahora me siento muy a gusto, nunca me he arrepentido de este cambio”, conversa en entrevista.

“Soy católica”

Pese a las diversas acusaciones que la iglesia católica ha emitido en contra de las personas con presencia sexual diferente a la heterosexual, la mujer transgénero no siente rencor, ni plantea cambiar su religión.

“Soy católica y me siento bien con Dios”, dice Melissa Mijangos Boijseauneau, quien al mismo tiempo refiere que la iglesia debería enfocarse a cuidar temas como la pederastia en lugar de intentar de dividir a la población o generar violencia con el tema de las familias igualitarias.

Con la certeza que por ahora casarse o formar una familia no está en sus planes, Melissa confirma que no puede haber retroceso en torno al reconocimiento social y legal de las personas de la sociedad de la diversidad sexual, y por ello se seguirá preparando para defender los derechos humanos del sector al que pertenece. (NVI)

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