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¿A DH no importan periodistas y policías asesinados por la CNTE?

Opinión de Alfredo Martínez de Aguilar / DETRÁS DE LA NOTICIA

 

Llegó la lumbre a los aparejos de los capos y sicarios del Cártel de la Sección XXII de la CNTE.

Otra vez la base de los trabajadores de la educación se volvieron a equivocar. Fueron utilizados.

Nuevamente los dirigentes públicos y clandestinos de la CNTE tuvieron una mala lectura de la realidad política. Manuel Andrés López Obrador (MALO) les volvió a utilizar. No entienden. Son carne de cañón de los partidos políticos. En el pasado fueron votos cautivos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Son ‘idiotas útiles’ de El Peje y ‘compañeros de viaje’ del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Ayer, mataron la gallina de los huevos de oro sólido en el viejo IEEPO.

Hoy, una vez más, estiraron la liga hasta romperla. Es inminente el uso legítimo de la fuerzas federales por el Estado para desbloquear las carreteras. Hipócritamente se rasgan las vestiduras.

Farsantes, ponen el grito en el cielo y acusan a sus víctimas de victimarios. El abogado de la CNTE y de la Sección 22, dijo que la advertencia de desalojo de Segob violaría la Constitución.

Llegan al extremo del cinismo de acusar al gobierno Federal de violar la Constitución si utiliza la fuerza pública para retirar bloqueos implementados en los estados de Chiapas y Oaxaca.

Es entendible, jamás justificable, a la luz de la enseñanza de Voltaire sobre el manipuleo de las masas anarquistas: “Quienes pueden hacerte creer algo absurdo, podrán hacerte cometer atrocidades” .

En entrevista con SDPnoticias, Julio César Velázquez recordó que al ordenar el despliegue las autoridades federales la Secretaría de Gobernación violaría por lo menos dos artículos de la Carta Magna; el Artículo 1 que privilegia el respeto a los derechos humanos, y el Artículo 40, que advierte que México es una República representativa y democrática.

«La democracia no sólo se expresa mediante las votaciones, sino en la resolución de conflictos mediante el diálogo, ocupar la fuerza pública violenta el artículo 40 de la Constitución, pues no se prioriza el diálogo», sentenció el abogado. ¡Otra vez la falacia del diálogo para chantajear!

Además resaltó que ocupar a las fuerzas del orden iría en contra del principio de progresividad, contenido en los Derechos Humanos. Por esta violación, los funcionarios serían acreedores a sanciones, incluso penales, pues existe una ley de servidores públicos.

Convenencieramente olvidan que el diálogo requiere ante todo una alta carga de buena fe y férrea voluntad política para arribar a acuerdos mínimos, a partir de los cuales construir acuerdos de mayor fondo y de largo plazo.

Sin embargo, los fanáticos fundamentalistas marxista-leninistas jamás actuarán con buena fe y voluntad política para resolver los conflictos porque cual buitres carroñeros se alimentan de la falta de solución de los propios conflictos.

¿Obligado es preguntar a quién importan periodistas y policías, amenazados, agredidos y asesinados por la CNTE? A los organismos defensores de los Derechos Humanos, ¡No!

Y ello va por igual a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) que para la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Menos aún para las ONG’s.

¿Por qué de esta situación tan condenable? Por la simple y sencilla razón que los supuestos órganos autónomos defensores de los derechos humanos no son, en realidad, autónomos.

Y menos todavía las Organizaciones No Gubernamentales supuestamente defensoras de los Derechos humanos. Éstas son junto con organizaciones sociales el brazo político de la guerrilla.

¿Usted cree que si William Bradley Roland, conocido como Brad Will, no hubiera sido militante anarquista infiltrado como periodista en el conflicto de 2006, sería mártir de la APPO?

Brad Will, fue presuntamente ejecutado por grupos armados de la APPO para internacionalizar el conflicto, el 27 de octubre de 2006, en la barricada de la colonia Calicanto, en el municipio conurbado de Santa Lucía del Camino.

Brad Will operó como militante anarquista infiltrado como reportero, camarógrafo, documentalista independiente y, voluntario de Indymedia en Nueva York, Bolivia y Brasil. Con

esa amplia experiencia de militancia anarquista participó al lado de la APPO en el conflicto de 2006.

Con justa razón Jorge Fernández Menéndez en su columna de Excélsior Asesinan, secuestran, amenazan a la prensa, dice: Cuando hay la más ligera agresión o sospecha de ella, contra algún comunicador, o alguien que siquiera lo haya sido alguna vez, aunque no tenga actividad profesional reconocida, y existe la presunción o la posibilidad de que pudiera haber alguna intervención gubernamental, las “buenas conciencias”, desde el representante en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas hasta Artículo 19 y detrás de ellos todos los membretes posibles, engrosan la lista de los reales o supuestos agravios y atentados a la libertad de prensa y de opinión.

Cuando los criminales son los suyos, simplemente, callan. El domingo 19 de junio fue asesinado por los vándalos de la Coordinadora en Juchitán, el reportero gráfico Elidio Ramos Zárate: dos disparos en la cabeza efectuados por uno de los manifestantes, en represalia por tomar fotos de los actos de vandalismo. No ha habido ni de las “buenas conciencias” una sola manifestación al respecto.

En medio de los hechos de Nochixtlán, fueron secuestrados los reporteros de Televisión Azteca, Fernando Albarrán y Pedro Cortés, exigían como rescate que Azteca les abriera espacios a los secuestradores. Su director Benjamín Salinas se negó terminantemente a ser chantajeado por los secuestradores. Estos amenazaron con quemar vivos a los reporteros pero finalmente tuvieron que liberarlos. Una actitud digna y valiente de Benjamín de Azteca, pero no he visto de las “buenas conciencias” una sola declaración, una sola muestra de solidaridad al respecto.

Finalmente fue recuperado por el gobierno capitalino, el principal centro de venta de drogas, extorsiones y chantajes de las colonias Condesa y Roma, el predio ocupado por Asamblea de Barrios en las calles de Benjamín Hill y Altata. Héctor de Mauleón, analista, de El Universal y de Proyecto 40, había denunciado públicamente desde mayo lo que allí sucedía.

Desde entonces y más desde la intervención del predio, Héctor ha sido constante y públicamente amenazado por Asamblea de Barrios. Ni una voz de las “buenas conciencias” y sus medios preferidos se ha levantado en su defensa. Y estamos hablando en los casos de Elidio, de Fernando, de Pedro y de Héctor de profesionales de la comunicación conocidos y reconocidos que han sido asesinados, secuestrados, amenazados por su trabajo.

Pero ellos no están en la agenda de la mediación ni en la agenda pública ni, mucho menos, en el reclamo de quienes sólo defienden la libertad de prensa para sus propios y exclusivos intereses. ¿Por qué? Porque de llegar algún día al poder, lo primero que harán será acabar con cualquier forma de libertad de expresión, una libertad que en su fuero interno, desprecian.

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila

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