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Hipócrita doble moral de la Comisión de la Venganza

La Opinión de: Alfredo Martínez de Aguilar

Llevado de su mesianismo, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, genialmente perverso, ha convertido a la Comisión de la Verdad, con hipócrita doble moral, en Comisión de la Venganza.

Siguiendo el ejemplo de Maximilien Robespierre, conocido como El Incorruptible, a semejanza de la Revolución francesa, Solalinde pretende establecer “El Reinado del Terror» en Oaxaca.

Madre y maestra del hombre, la historia enseña el paralelismo que vivió Francia y Oaxaca en sus momentos más difíciles y trágicos al ser invadidas ambas por la Primera Coalición.

Al estilo de Robespierre, Couthon y Saint-Just, El Incorruptible Solalinde trocó a la Comisión de la Verdad en el Comité de Salvación Pública. Falta el Comité de Seguridad General.

El defensor de los derechos humanos de los migrantes busca guillotinar públicamente a Ulises Ruiz, último gobernador priista y a sus colaboradores, para derrotar al PRI el próximo año.

Al leer la amplia lista de actores políticos a los que Solalinde pretende sentar en el banquillo de los acusados, se pone de manifiesto el móvil político-electoral contra el PRI-gobierno.

Sepulcro blanqueado al fin, El Incorruptible Solalinde por fuera da la impresión de ser justo pero por dentro está lleno de hipocresía y de maldad. Lo mueve la soberbia y el protagonismo.

Prueba de ello, excluye de la Lista del Terror a sus cómplices para protegerles. ¿Por qué no cita a comparecer al mesías tropical Manuel Andrés López Obrador y al comandante Flavio Sosa?

Insistentes versiones dejan entrever que El Peje envió a incendiar Oaxaca a sus hordas de Panchos Villa, Panteras, Atencos y Cegeacheros, con financiamiento del dictador de Venezuela Hugo Chávez.

Lucía Andrea Morett Álvarez, una de las guerrilleras que operan desde la célula que controla el Auditorio Che Guevara de la UNAM, participó en las acciones subversivas de 2006 en Oaxaca.

Morett Álvarez, es una de las sobrevivientes del bombardeo a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Ecuador, el 1 de marzo de 2008.

El ataque de la Fuerza Aérea de Colombia causó la muerte del jefe guerrillero Raúl Reyes, entre otros dirigentes de las FARC y cuatro estudiantes guerrilleros mexicanos infiltrados en la UNAM.

La Interpol, que la busca para fines de extradición a Colombia por una orden de aprehensión, la señala como una «persona considerada armada, peligrosa y violenta». Desde julio de 2009, Lucía pasó a la clandestinidad.

Es tan poco seria e interesada la labor de la Comisión de la Venganza, que contrariando su ministerio sacerdotal Alejandro Solalinde, miente al incluir en la Lista del Terror algunos muertos. ¿Cómo los hará comparecer?

El mesianismo protagónico de Solalinde le ha llevado a convertirse en chile de todos los moles oaxaqueños, pero siempre en defensa de sus cómplices que tanto daño han hecho a Oaxaca, como la mafia de la Sección XXII de la CNTE.

¿Cuándo se ha preocupado Solalinde por la defensa del derecho humano a la educación de un millón 300 mil niños y jóvenes oaxaqueños, así como por los daños y perjuicios a miles de familias por la revuelta comunista de 2006?

alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila

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