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Tentación autoritaria y traición, riesgo en solución al paro policial

Alfredo Martínez de Aguilar

La Historia en su concepción de madre y maestra del hombre enseña grandes lecciones, entre otras, que la tentación autoritaria y la traición caminan de la mano en la solución de los conflictos.

Así lo prueban las páginas negras de la historia de las decisiones y acciones de los gobiernos de todos los pueblos en todos los tiempos, llevados de su falta de visión, sensibilidad y soberbia.

De ahí la importancia de recordar la sabiduría de Maquiavelo resumida en la sentencia ‘piensa mal y acertarás’ ante el ultimátum otorgado por el Gobierno del Estado a los policías en paro.

Huele a autoritarismo y traición emplazar a los policías paristas “que a más tardar a las 14.00 horas de éste martes 17 de febrero, deberán de presentarse en las instalaciones del Estadio de Futbol Benito Juárez, en Santa Lucía del Camino”.

Suena a pretexto y trampa la pretendida justificación de hacerlo así “para pasar revista administrativa y reintegrarse a sus puestos de trabajo, bajo las órdenes de sus respectivos mandos, quienes les notificarán el Protocolo Interno para reiniciar su servicio”.

De lo contrario, señala la advertencia, “a los elementos que no atiendan el llamado les será iniciado un procedimiento administrativo disciplinario y se procederá a su baja definitiva como elementos activos de la Policía Estatal, dependientes de la Secretaría de Seguridad Pública”.

Lo anterior, de conformidad a lo dispuesto por los Artículos 40 y 88, apartado “B”, Fracción XIV de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Artículo 99, apartado B, fracción XIC de la Ley del Sistema Estatal de Seguridad Pública del Gobierno del Estado.

Por qué amenazar con aplicar la ley de manera selectiva a los policías en paro y no de manera general como es obligado legalmente hacerlo también contra los guerrilleros de la Sección XXII de la CNTE, máxime cuando se han dejado crecer y complicar los conflictos al simplemente administrarlos.

Mucho cuidado deberá tener el gobernador Gabino Cué para no dejarse ‘cilindrear’ y caer en la tentación autoritaria, porque al tender una trampa y traicionar a los policías paristas al llevarlos al matadero del Estadio de Futbol Benito Juárez, en Santa Lucía del Camino, le marcará para siempre.

A lo largo de la historia del mundo hay varios casos sobre cómo gobiernos de izquierda y derecha han cometido los peores crímenes, como masacres de sus enemigos en los estadios, en nombre de la libertad, la ley y la justicia.

Claro que en el caso de los policías paristas no se llegaría al extremo de masacrarlos físicamente, pero sí quizás legalmente al ordenar su detención masiva, por lo que es nuestra obligación ciudadana y periodística advertir sobre el riesgo de la tentación autoritaria y la traición en la solución del paro policial.

Al tratarse la Policía Estatal Preventiva de una corporación con una alta carga de disciplina militar en la que el símbolo de los cuarteles juega un papel fundamental, tiene mayor significado en el espíritu de cuerpo de los policías paristas pasar revista administrativa y reintegrarse a sus puestos de trabajo en su propio cuartel, bajo las órdenes de sus respectivos mandos, quienes les notificarán el Protocolo Interno para reiniciar su servicio.

Cuesta mucho trabajo a los gobiernos civiles entender el espíritu de la filosofía de vida de militares y policías, sujetos a una escala de valores diferente y muchas veces contraria entre sí, valores aplicados cotidianamente con dignidad y valor al grado de estar dispuesto a perder la vida por los demás y por sus compañeros. Más vale un grito a tiempo que mil después.

alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com

@efektoaguila

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