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En Tailandia siguen los disturbios

Por segundo día consecutivo, opositores al gobierno chocan con la policía en Bangkok; la premier Yingluck Shinawatra descarta dimitir y pide negociar

Bangkok.- La Policía y los manifestantes antigubernamentales se enfrentaron hoy por segundo día consecutivo en las calles de Bangkok, donde se recrudecieron las protestas contra la primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra.

Nuevas oleadas de manifestantes trataron de ocupar la sede del Gobierno y el cuartel general de la Policía Metropolitana, donde los agentes utilizaron gases lacrimógenos, cañones de agua y munición de goma para intentar dispersar a los asaltantes.

¡Asesinos!. Arrestadme si podéis. Y si tenéis mi foto, ¿a mí qué?», gritaba uno de los cabecillas con un megáfono en un camión frente a una de las entradas de la Policía Metropolitana custodiada con bloques de hormigón y alambre de espino.

Los agentes alternaron los llamamientos al orden con los lanzamientos de gases lacrimógenos y cañones de agua, de los que los manifestantes se defendían con máscaras, gafas de nadar y bolsas de plástico, y respondían con botellas, piedras y tirachinas.

A media tarde de hoy, la mayoría de los manifestantes se retiraron cuando los líderes de las protestas anunciaron una tregua mientras negocian con las autoridades.

Gobierno insiste en diálogo

En una comparecencia televisada, Yingluck Shinawatra había dicho unas horas antes que no piensa dimitir del cargo tal como le exigen los manifestantes antigubernamentales a los que volvió ofrecer diálogo.

La primera ministra calificó como inaceptables y contrarias a la Constitución las demandas del líder de las protestas, el ex viceprimer ministro Suthep Thaugsuban, para que ceda el poder a un consejo popular.

Quiero hacer todo lo que esté a mi alcance para hacer a la gente feliz. Pero como primera ministra lo que puedo hacer debe estar dentro de la Constitución», argumentó Yingluck.

La primera ministra tailandesa, que anoche mantuvo un encuentro propiciado por los jefes del Ejército con Suthep, reiteró que está dispuesta a abrir cualquier puerta para negociar con los manifestantes.

Suthep, sobre el que pende una orden de arresto por sedición, pretende destronar al actual Gobierno electo, al que anoche dio dos días para que dimita, y sustituirlo por un consejo de personas, del que él se ha comprometido a no formar parte en caso de que se constituya.

Las movilizaciones antigubernamentales, que comenzaron en octubre, se intensificaron hace una semana con el asedio de ministerios y edificios gubernamentales, incluida la ocupación hasta hoy del Ministerio de Finanzas y el complejo gubernamental de Chaeng Wattana.

No apoyamos la violencia, los manifestantes no quieren dañar a nadie, sólo ocupar los edificios públicos. Hay que poner fin a toda la corrupción de este Gobierno», declaró Naruemon Workman, manifestante del colectivo Santi Asok.

Los manifestantes critican a la primera ministra de amparar la corrupción y ser un títere de su hermano Thaksin, al que acusan de dirigir el país desde el exilio.

Tailandia arrastra una grave crisis política desde el golpe militar incruento que en 2006 derrocó al Gobierno de Thaksin Shinawatra, sobre el que pesa una condena de dos años de prisión por corrupción si su vuelve a su país.

Thaksin y su hermana cuentan con gran respaldo entre las clases bajas y las áreas rurales del noreste, mientras que gran parte de sus opositores proceden de las clases medias y altas urbanas y de sectores cercanos al Ejército y la monarquía, así como de las provincias sureñas.

Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, al menos tres personas murieron y medio centenar resultaron heridas, según el último balance oficial, en los enfrentamientos entre seguidores y detractores del Ejecutivo en torno a la Universidad de Ramkhamhaeng y el estado Rajamangala, en el noroeste de la capital. (Excélsior)

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