Alfredo Martínez de Aguilar
El 15 de mayo de 1995, el presidente Ernesto Zedillo, se autoemplazó al afirmar en Santa María Ixcatlán, “la medida del éxito o del fracaso de la política social de mi gobierno se dará en Oaxaca”. Y fracasó rotundamente.
Ello ocurrió en la presentación del Programa Impulso al Desarrollo Social en ese municipio de Teotitlán de Flores Magón, al lado del gobernador Diódoro Carrasco, cuatro meses después de su primera visita a Oaxaca como Presidente de la República.
La pobreza creció más de 80% en ese sexenio y se vio reflejada en entidades del país como Puebla, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Oaxaca, Guerrero, el estado de México, Chiapas y Veracruz.
Oaxaca representa, pues, el fracaso de la política social neoliberal del entonces mandatario. Actualmente en Oaxaca 448 municipios de 570 que existen en la entidad, viven en pobreza extrema, concuerdan investigadores, religiosos y campesinos.
Aludiendo a ese compromiso presidencial, hoy, a 20 años de distancia podemos señalar que la medida del éxito o del fracaso de la Reforma Educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto se dará en Oaxaca.
A querer o no, como consecuencia de ello, será el propio éxito o fracaso del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, considerado como delfín del presidente Peña Nieto.
De ahí que sea altamente preocupante que Aurelio Nuño empiece a recular, a pesar de sus tronantes declaraciones iniciales en el sentido que se acabó la era de los chantajes y que un signo de los nuevos tiempos es la poca convocatoria que logró la CNTE en el paro nacional convocado para el lunes 12 de octubre.
En el caso específico de Oaxaca, dijo, los maestros movilizados sólo sumaron cinco mil.
“A nivel nacional, 96 por ciento de las escuelas trabajaron con plena normalidad, en el estado de Chiapas 95 por ciento, en el caso de Guerrero 93 por ciento, en el caso de Michoacán 70 por ciento y en el caso de Oaxaca que es el más bajo, 35 por ciento.
“Antes, 30 mil ahora sólo fueron cinco mil, ya estamos en un proceso de cambio educativo con una gran claridad, en una firmeza de aplicación de la ley y por lo tanto de ir avanzando en la Reforma Educativa”.
El titular de la SEP confirmó que se aplicará la ley a los maestros faltistas, pues el gobierno federal es quien controla la nómina magisterial y no la CNTE como ocurría antes.
Sin embargo, ante las amenazas de la CNTE de boicotear las sedes de aplicación del examen de la evaluación de desempeño que se llevará a cabo 14 y 15 de noviembre, la SEP y los gobiernos de Oaxaca, Michoacán y Chiapas analizan la posibilidad de hacer cambios de fecha o de lugares para lograr que los maestros presenten la prueba.
La SEP informó que esto se hace con el fin de garantizar que los maestros puedan presentarse a la evaluación docente, aunque no aclaró si se trata de estudiar la posibilidad de llevar fuerzas armadas a las sedes o de posponer las fechas en esos tres estados, para evitar agresiones por parte de la CNTE a los sustentantes.
Si Aurelio Nuño cede a los viejos métodos de la CNTE, movilización, demanda, presión, chantaje, dejando a los niños innumerables días sin clases, Oaxaca se convertirá en su Waterloo que acabará con su sueño de llegar a la presidencia de la República como delfín del presiente Enrique Peña Nieto.
Las cosas se complican con las acciones subversivas de la CNTE-EPR-ERPI-FAR-LP en las oficinas de Gobierno de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y la violencia y detención policíaca de normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, en el desalojo de la carretera Chilpancingo-Tixtla.
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