Por Pablo Ramírez Puga.
Controversial sin duda, la carrera política del priista Fidel Herrera Beltrán, quien ahora ha sido nombrado por el CEN del PRI como delegado nacional de ese partido para sacar adelante las elecciones en Oaxaca.
Hecho que ha servido para que los Muratistas se regodeen con la posibilidad de que el “Tío Fidel” le venga a allanar el camino al “Cachorro” Alejandro Murat. Crasa especulación, porque les puede salir el chirrión por el palito.
Fidel Herrera es un político a la usanza tradicional de un PRI de los años setenta del pasado milenio, con mañas y con una experiencia que le dan haber sido 3 veces Diputado Federal, dos veces Senador de la República y Gobernador de su Estado natal, Veracruz.
Su historial también es académico, es Licenciado en Derecho, Investigador en Ciencias Políticas, tiene una especialidad en Derecho Internacional y obtuvo una Maestría en Derecho, pero su mejor cualidad ha sido su sagacidad política y administrativa que lo hizo ser parte del endeudamiento del estado de Veracruz en el que participaron también Miguel Alemán Velasco y actualmente Javier Duarte.
La deuda de Veracruz, según la Secretaria de Hacienda y Crédito Público ha ascendido en un 67,000%.
En consecuencia, la gestión de Fidel Herrera en Veracruz le acarreó al estado el aumento de la inversión extranjera (Italia, España y Estados Unidos), lo que hizo que durante su mandato se crearan más de 500 mil empleos.
El Tío Fidel, tonto no es, y tiene la gran cualidad de que no le gusta perder, políticamente hablando, y cuando hay riesgos electorales utiliza una y mil argucias para lograr el triunfo, desde el paso de charola hasta todas las artimañas políticas habidas y por haber.
O sea, a César Camacho le interese reforzar electoralmente a Oaxaca para excluirlo de la posibilidad de que se consolide como bastión de MORENA, y a eso viene el tío Fidel.
Pero de eso a que venga a allanarle el piso al joven Alejandro Murat, dista mucho de ser realidad. Oaxaca no está en estos momentos como para que regrese la era Muratista, ni para retroceder a más de lo mismo.
Las perspectivas han cambiado, Oaxaca ya es otro boleto y no está para más frivolidades o aprendizajes sobre el camino.
Ya ven que nos pasó por creer en el cambio, menos se quiere ahora volver al pasado reciente….
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